Carl jung sobre la relación entre la astrología y la psicología

Una rara entrevista entre carl jung y un par de astrólogos franceses

El psicólogo suizo Carl Jung estudió largamente la astrología dentro de su labor psicológica, especialmente en lo referente a su concepto de la sincronicidad, las conexiones acausales, aquellos fenómenos que no podían explicarse por métodos científicos ordinarios pero que no por ello no eran reales. Jung entendió que existía un contínuum de unidad entre la mente, el espacio y el tiempo, una interdependencia que era posible debido a lo que llamó unus mundus (con Wolfgang Pauli). El unus mundus descansa en la "asunción de que la multiplicad del mundo empírico emerge de una unidad subyacente".

Dentro de su terapia, Jung solía también recurrir a la carta natal de sus pacientes para formarse una visión más completa de su perfil. Sabemos también que realizó un experimento estadístico tratando de validar la astrología, el cual discute en su libro Sincronicidad.

El Poder está en uno mismo

Los astrólogos, tarotistas, quiromanticos, tiradores de runas e interpretes del I-Ching, entre otros, no somos más que una pequeña parte de la larga lista de seres incapacitados que existen sobre la tierra.La diferencia entre el discapacitado físico y los nombrados, reside fundamentalmente en que su bastón, prótesis o anteojo de aumento consiste en un mazo de cartas, en unas piedras pintadas, en algunos símbolos chinos o en la parafernalia matemática que rodea a la astrología. Pero sin estos bastones, nuestra capacidad de "ver" se restringe, es mucho mas limitada y en algunos casos inexistente.

A contramano de quienes creen y suponen, que el poder está en las cartas de tarot, o en las runas o en algún lugar del Universo cuando evaluamos una carta natal, se puede afirmar de todo esto sin temor a ser irreverente, que no se trata de otra cosa que "papel pintado".

Un viejo ocultista relataba a los desprevenidos que en alguna oportunidad, a falta de otro elemento más ortodoxo para ejecutar su lectura de futuro, le leyó a una persona las rayas de su corbata.No es sabio quien juzga de antemano la actitud de este personaje, catalogándola de pueril o insuficiente. El viejo ocultista sabia que el poder no estaba en las rayas y dibujos que pintaban esa corbata, sino que él era el depositario de ese poder. Y sabía también que no importaba la muleta que utilizara para disparar dentro suyo el cúmulo de imágenes que conducirían a una interpretación acertada. 

Porque de eso se trata y para eso sirven las muletas que utilizamos: son disparadores de nuestras propias situaciones internas. Son elementos que solo tienen la magia de crear el "ritual" que lleva a que la comunión entre consultante y consultado permita fluir libremente la comunicación entre ambos, al punto tal de que el proceso de intuición comience a funcionar.

Una vez que la intuición se dispara -no importa si el detonante fue una carta, una piedra, un símbolo, o un planeta- nos olvidamos del mundo material en el que estamos y el diálogo transcurre sin trabas ni limitaciones, con la libertad que solo los verdaderos iluminados saben alcanzar...y la consulta se convierte allí, en un hecho totalmente mágico.
Dejamos de ser incapacitados en el mismo momento en que la intuición es reina, y se enseñorea sobre nosotros. Nos olvidamos de las cartas, de las piedras, de los papeles, de las formulas matemáticas, porque hemos tocado la llave que nos permite acceder al conocimiento puro, el conocimiento que está disponible para todos aquellos que se disponen a encontrarlo.

Por Néstor Echarte.